¡Dicen que quien se equivoca al salar la comida es porque está enamorado! Pero, enamorado o no, nadie consigue comer alimentos con mucha sal. Entonces, mira algunos consejos para intentar arreglar la exageración y salvar el plato, para así no tener que desperdiciarlo.
Vinagre con azúcar
¿Probaste la salsa y la encontraste demasiado salada? Entonces, mezcla 1 cucharada de vinagre con 1 cucharada de azúcar y entrevera la mixtura con la salsa. Deja unos minutos y prueba de nuevo. Si preparaste mucha salsa, es posible que debas repetir la dosis, pero haz primero una y después de comprobar el sabor, en caso de que sea necesario, la segunda.
Patatas
Las papas son una excelente solución para absorber el exceso de sal de los alimentos. Este consejo es para las comidas preparadas en la sartén o al horno y se puede aplicar desde frijoles hasta carne asada. Cuando notes que la comida está demasiado salada, pela una o dos patatas, córtalas en trozos y ponlas a cocer u hornear con tu comida.
Deja reposar unos minutos para que la papa se cocine y absorba la sal. Luego prueba para ver si la patata está demasiado salada y debes desecharla, o si quedó salada al punto y se puede comer.
Gotas de limón
Si el arroz, los frijoles, el estofado o el rehogado está casi listo, pero notas que está demasiado salado, corta un limón y echa unas gotas sobre la comida. Tapa la sartén y deja que termine de cocinarse para que surta efecto.
Pan
Así como se puede reducir el sabor a quemado del arroz usando una rebanada de pan, puedes usar una o más rebanadas de pan fresco o duro para absorber el exceso de sal que pusiste en las salsas y en las sopas. No dejes el pan en la sartén por mucho tiempo para evitar que se deshaga.
Almidón de maíz diluido
Si tu receta te permite agregar, sin cambiar demasiado la textura del plato, diluye 1 cucharadita de maicena en un poco de agua y añade. Esto hará que la salsa quede un poco más espesa, pero ayudará a corregir el exceso de sal.