Tener mocos, tanto en adultos como en pequeños, suele ser incómodo. Estar todo el rato sonándose la nariz puede resultar incómodo. No obstante, debes saber que la mucosidad es una acción que tu organismo hace para proteger tus pulmones de las partículas que introduces en tu cuero al inhalar aire. Otro de los datos importantes a tener en cuenta son los colores de los mocos. Descubre qué significa cada uno, a seguir.
¿Qué significan los distintos colores de los mocos?
Cuando estás resfriado, es inevitable tener mocos. Esta respuesta inflamatoria tiene lugar cuando las partículas de polen, gérmenes u otro agente extraño entra al cuerpo al respirar. Por lo general, estos aparecen más cuando hace frío dado que es más fácil acatarrarse. No obstante, es común que los pequeños sufran mucosidad nasal entre 7 y 8 veces al año, de media.
Dado que no todas las secreciones son iguales, debes prestar atención a los colores de los mocos para saber en qué fase del resfriado estás.
Transparente
Al principio del catarro, la tonalidad de los mocos es transparente. En este momento el organismo se da cuenta de la existencia de un agente raro e hincha la mucosa. Como consecuencia, comienza a producir las flemas para combatir el virus y que así sea más sencilla la eliminación de éste por medio de los mocos.
Blanquecino
Pasados unos días, el color del moco va cambiando hasta convertirse en una flema blanquecina.
Amarillo claro
Posteriormente, tras otros días en los que las defensas pelean contra el virus del constipado, los mocos se vuelven amarillo claro. Esto se debe a los pigmentos que se van depositando en ellos.
Fosforito
Días después el tono de las flemas se vuelve fosforito, antes de tornarse verde fosforito. Este color suele aparecer luego de que el virus esté una semana en el cuerpo. Cabe destacar que las mudanzas de color no son sinónimo de que la persona esté sobreinfectada. Tampoco de que precise tomar antibióticos.
¿Qué hacer para acabar con los mocos?
Los lavados nasales hechos con suero fisiológicos son muy útiles para poder descongestionar la nariz. Tomar agua para no deshidratarse también es de gran ayuda en estos casos.
Si la mucosidad va acompañada de fiebre y persiste durante varios días, es aconsejable acudir a un centro médico. Asimismo, si tras 15 días se padece, además de mucosidad, cansancio o fatiga y tos.
Por lo general, quien sufre un resfriado también puede experimentar fiebre durante 3 o 4 días y mocos por 7 días. La tos, por su parte, puede continuar hasta las 2 semanas. Hay que señalar que los síntomas son iguales para los pequeños que para los adultos. No obstante, el último grupo puede tomar algunos fármacos que están contraindicados para los niños y estos son de gran utilidad para descongestionar con mayor rapidez.
Dado que la mucosidad no sólo puede aparecer en la nariz, sino que también en la garganta, en el siguiente vídeo puedes conocer cuáles son las causas de esta condición.