El Coliseo es el símbolo más grande y famoso del Imperio Romano. Se creó como un espacio de entretenimiento para el pueblo. Este era un anfiteatro donde se miraban espectáculos y donde los gladiadores romanos luchaban.
Aquí en Portugal somos más pacíficos y las peleas nunca fueron parte de nuestra cultura. A pesar de ello, los restos del Imperio Romano en nuestro país son muchos. Es en la ciudad de la zona del Miño de Viana do Castelo donde se encuentra la Citânia de Santa Luzia, una de las fortalezas más importantes para el estudio de la romanización del Alto Miño.
De esta manera, decidimos transportar el famoso Coliseo a esta ciudad, exactamente al Monte de Santa Luzia, donde se encuentran las ruinas de los antiguos asentamientos romanos.
Se adornaría con una de las artes más famosas y bellas por las que se conoce a Portugal, más concretamente a Viana do Castelo: la Filigrana. Es un arte milenario y fue durante el Imperio Romano cuando se originó la palabra. Este Coliseo no dejaría indiferente a nadie y en las últimas horas de la tarde, el sol se reflejaría en los finos hilos dorados y toda la ciudad emanaría un intenso brillo y resplandor.
Toda la avenida de Viana do Castelo cobraría nueva vida y un apartamento en el centro de la ciudad con vista directa al Monte de Santa Luzia tendría una luz natural intensa y mágica.