Cuando una persona comete un delito o hace algo que no está bien, siempre surge la cuestión de “¿qué pasará sobre la mente de esta persona para haber actuado de esta manera?” Como bien se sabe el cabeza es muy poderosa hasta el punto de que si se retienen sentimiento como el rencor uno se puede enfermar. Pero en esta ocasión, la pregunta clave es: ¿cómo funciona el cerebro de una persona corrupta?
¿De qué manera funciona el cerebro de una persona corrupta?
En primer lugar, se debe tener en cuenta que, según informa el el psiquiatra Rodrigo Córdoba en el portal El Tiempo, el cerebro de las personas contiene unos mecanismos biológicos que son muy sólidos. Estos tienen la capacidad de parar los comportamientos indecentes, los cuales se pueden denominar como “escrúpulos, honestidad e incluso conciencia”.
La cuestión reside en que cuantas más veces una persona tiene una actitud indecorosa, la respuesta negativa de su cerebro, poco a poco, va siendo menos intensa. Esto hace que llegue a un punto en el neuronalmente el cerebro de una persona corrupta no reacciona ante los estímulos, por lo que no se siente culpable. Tampoco siente empatía ni piedad por sus actos, dado que se ha habituado a sus actos.
Cuestiones de anatomía
Se debe tener en cuenta que las emociones tienen un gran vínculo con la amígdala cerebral, además de ser parte del sistema límbico. Es por eso que ciertos animales son muy agresivos. No obstante, si se les extrae dicha amígdala cerebral ya no lo son porque no responden al estímulo.
Teniendo en cuenta esto, los investigadores de un estudio de la University College de Londres llegaron a la conclusión que la actividad que existe en esta estructura cerebral está conectada de forma directa con la inmoralidad.
En sí, en la investigación destacaron que “la amígdala cerebral se activa fuertemente como respuesta a los primeros actos deshonestos, pero en la medida en que se repetían, sus respuestas eran cada vez menores, hasta llegar casi a no reaccionar, cuando estos se convertían en frecuentes”. Hay que tener en cuenta que, según informa El Tiempo, el hallazgo se publicó en Nature Neuroscience.
Dicho en otras palabras, el cerebro de una persona corrupta funciona de tal manera que su amígdala cerebral deja de ejercer su labor. Por tanto, a los infractores les da igual delinquir y cada vez sus fechorías son más y más grandes.
La influencia del entorno
Además del hecho explicado de la amígdala cerebral, el entorno también tiene una influencia en los corruptos. Los agentes culturales, sociales, biológicos y psicológicos, todos en su conjunto son los que llevan a una persona a comportarse de una manera inapropiada.
Por lo tanto, desde la infancia es fundamental la educación que se le dé a un niño y los valores que se le transmitan para evitar que un futuro se convierta en una persona indeseada.
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Para finalizar, en el siguiente vídeo se dan más datos sobre cómo funciona la mente de un corrupto.