La muerte de un ser querido es un momento muy duro en la vida de una persona. Pero, a pesar de ello, se deben seguir unos pasos y/o trámites cuando este parte. En ocasiones, el individuo deja por escrito si quiere que lo entierren o incinere. Cuando esto no es así, es la familia la que toma la decisión, muchas veces basada en los deseos que sabían que el fallecido tenía. En el caso de que sea enterrado, se lleva a un cementerio, se entierra y encima se pone una lápida con la fecha de nacimiento y defunción de la persona. Las tumbas suelen ser frías, además de ocupar un espacio que no se puede usar para otra cosa. Ahora, para evitar esto, crean el primer cementerio ecológico donde los cuerpos se convierten en árboles.
Crean el primer cementerio ecológico donde los cuerpos se convierten en árboles en Canadá
Si ya el mundo se quedó admirado con la ley aprobada en Filipinas que obliga a plantar un árbol como requisito para graduarse en la universidad, la innovadora idea que han tenido en Quebec, Canadá, no se queda atrás.
Ahí, crean el primer cementerio ecológico donde los cuerpos se convierten en árboles. Este es un plan sustentable y ecológico que está situado en el primer Bios Park de todo el mundo. En el mismo, hay una parte de terreno que está destinada solo a plantar árboles, al lado de los restos de las personas fallecidas.
Es importante destacar que la compañía funeraria Bios ha inventado nuevas maneras de ayudar a la gente a que le dé el último adiós a sus allegados, sin tener que hacer uso de las prácticas convencionales, las cuales tienen un coste muy elevado y, además, no ayudan a la conservación del medio ambiente.
Los inventores
Los inventores de las Bios Urnas apuntan que estas son 100% biodegradables. Las mismas tienen una mixtura de semilla con fertilizantes naturales, los cuales se juntan con los retos del fallecido, el cual puede ser un humano un animal doméstico.
Cuando se planta la urna en la tierra, de esta emerge un árbol. El mismo, además de ser bonito, es emotivo para los familiares del fallecido, y está ayudando al planeta.
Según recoge el portal Eltierrero, “El árbol crece de las cenizas, la urna se biodegrada sin dejar absolutamente ningún rastro, y la defunción se convierte en una transformación y retorno a la vida a través de la naturaleza. A nivel individual, es muy terapéutico en un momento así. A nivel mundial, estamos asumiendo la responsabilidad colectiva de la restauración planetaria que tanto necesitamos. Estamos hablando de miles, si no millones, de árboles plantados cada año”.
Cabe destacar que a la hora de plantar el árbol, se puede escoger entre 8 especies distintas. Estas son la hortensia, el manzano silvestre, el roble, el arce azucarero, la lila, el arce amur y el gingko.
Para acabar, conoce más detalles sobre las urnas biodegradables en el próximo vídeo.
