Corría el mes de enero de 2009, todo estaba muy bien y parecía indicar que John junto a su esposa Kelly y sus hijos Jett y Ella pasarían unas vacaciones de ensueño en su casa de vacacionar en Las Bahamas.
Desde hace muchos años se hizo pública la información de que el hijo mayor del matrimonio Travolta padecía la enfermedad de Kawasaki y tomaba medicación para evitar convulsiones. Meses antes del viaje a las Bahamas, Jett había dejado de tomar su medicación, debido a que no le estaban causando el efecto debido y le estaba generando muchos efecto secundarios.
El día tres de enero, ocurrió lo peor, el momento más fuerte y desgarrador que un padre puede vivir. En horas de la mañana, la asistente de cuidado de los niños despertó a John y a Kelly de forma desesperada. Jett, de 16 años, se encontraba muerto en el baño, al parecer sufrió una crisis convulsiva.
Días después, durante el duelo, Travolta declaró lo siguiente: “Jett fue el hijo más maravilloso que dos padres podrían haber pedido e iluminó las vidas de aquellos con los que se encontró. Estamos con el corazón destrozado”.
Jhon Travolta afirma que guardará en su memoria siempre como sus mejores recuerdos su vida junto a Jett, con quien tenía una relación muy estrecha y especial. “La herida jamás cerrará y el dolor sigue intacto, la muerte de un hijo jamás se olvida, jamás se supera.”, afirmó.
Al cumplir 7 años de la trágica muerte de Jett, John, quien nunca ha querido hablar demasiado de su vida privada decidió publicar un emotivo mensaje a través de sus redes sociales:
Mensaje de John Travolta
“La pérdida de un hijo duele infinitamente en el alma, es el amor más puro y hermoso. Le brindé mis mejores años de vida, mi amor, mis consejos, mi entusiasmo. Esta experiencia fue totalmente devastadora, el dolor más grande que sentí en mi vida. La vida puede sorprendernos y terminarse de un momento a otro, así, sin más. Amar, amar, amar, esa es la clave, la única clave verdaderamente necesaria. Vivan la vida un día a la vez y luchen por sus pasiones. Jamás pensé que podría superar esta pérdida, pero la vida continúa y hay que seguir viviéndola. Con el paso del tiempo se logra tener la fortaleza y resignación necesaria para despertarse cada mañana. “