La toalla de baño puede ser un terreno fértil para la proliferación de hongos y bacterias por dos razones: después de ser usada queda húmeda, que es el ambiente perfecto para la multiplicación, y recibe altas dosis de células muertas, secreciones íntimas, salivares y otros gérmenes de nuestro cuerpo. De una forma general, esos gérmenes no hacen daño a nuestro cuerpo, el problema es cuando proliferan, por eso necesitamos tener mucho cuidado con nuestras toallas y lavarlas con la frecuencia adecuada.
Toalla de baño – ¿Cuántas veces seguidas puedo usarla?
Un reportaje reciente mostró la opinión del médico Philip Tierno, de la escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, sobre la frecuencia ideal para lavar las toallas de baño para que no se conviertan en un riesgo para nuestra salud.
Según el experto, podemos utilizar la misma toalla de baño 3 veces seguidas y después llevarlas a lavar. Pero ese número puede variar dependiendo del ambiente y del cuidado que usted tenga con sus toallas.
A continuación algunos puntos importantes a tener en consideración:
1. El clima
Si el clima de su ciudad es caliente y húmedo, eso favorece a la proliferación de gérmenes en las toallas. Por lo tanto, úselas máximo 3 veces para evitar enfermedades.
2. Contaminación cruzada
Si mantiene su toalla dentro del baño, eso puede ser un problema. Pues al bajar el inodoro, algunas gotitas de agua quedan en el aire y pueden contaminar la toalla con bacterias del intestino. Lo ideal es no dejar las toallas dentro del baño y solo accionar la descarga con la tapa del inodoro cerrada.
3. Ambiente seco es el ideal
Para secar sus toallas, lo ideal es dejarlas al sol, pues eso ayuda a eliminar gérmenes y bacterias. Si no es posible, intente extender sus toallas en tendederos o azoteas, de preferencia ocupando dos líneas para que quede más separadas y se sequen más rápidamente.
4. Toallas utilizadas por varias personas
Lo ideal es que cada persona tenga su toalla. Si la familia no tiene toallas propias y las comparten, no hay muchos problemas, pero deben ser lavadas antes de ser utilizadas por otra persona. No se puede utilizar una toalla ya utilizada por otra persona, puede ser arriesgado. Si ha prestado una toalla a una visita, por ejemplo, póngala a lavar.
5. Enfermedades y toallas
Si alguien está enfermo, la frecuencia con que se lavan las toallas necesita aumentar y no se pueden compartir, pues pueden acabar transmitiendo hongos y bacterias, aún después de haber sido lavadas. Si alguien de la familia tiene una dolencia transmitida a través de las heces o la orina, como la salmonella, shigella, hepatitis A o sufre de afecciones de la piel como micosis, las toallas no deben ser compartidas y la frecuencia del lavado debe aumentar.
6. Planchar las toallas
Planchar las toallas ayuda significativamente a combatir la proliferación de gérmenes. Las bacterias mueren a 60º C, por lo tanto, si el clima está muy húmedo y las tollas de baño no se secan, plánchelas para evitar problemas de salud.