El calabacín es un vegetal que siempre vale la pena tener en el frigorífico. Además de ser muy sano, es muy ligero y tiene un sabor suave, el cual combina con diversas recetas, ya sea el ingrediente más destacado o el que va de acompañante.
A pesar de ello, a muchas personas no les gusta el calabacín porque cuando lo probaron no estaba cocinado de la manera correcta, es decir, con amargor. El calabacín contiene sustancias que pueden hacer que tenga un sabor ligeramente amargo, pero hay formas de evitar que esto ocurra.
Cuidado a la hora de comprarlo
El sabor del calabacín se puede ver alterado desde su cosecha. Si se expone demasiado al sol, por ejemplo, puede ocurrir. Además de ello, en cultivos mantenidos con mucho fertilizante, también puede pasar que se modifique el sabor de este vegetal.
Pero, a menos que siembres tu mismo o conozca a su productor, no puedes controlar estos procesos. Sin embargo, lo que puedes hacer es comprarlo cuando aún están nuevos o jóvenes, porque cuando está muy maduros, el amargor tiende a manifestarse con más facilidad.
Remueve el amargor del calabacín
En caso de que tengas duda de si el calabacín es amargo o no, ten mucho cuidado al prepararlo. Corta el calabacín en rodajas o dados, lávalo con agua corriente y ponlo en un colador.
Colócale sal y déjalo secar durante unas dos horas. A seguir, enjuágalo bien, aún en el colador y debajo del grifo. Una vez hecho esto, puedes cocinar platos como: