Los buñuelos tienen su origen en la sociedad romana y luego la morisca. En concreto, las personas que los comían eran humildes, vivían en el sur de la Península Ibérica y solían trabajar como vendedores ambulantes. Por lo tanto, esta masa de harina que se frita es típica de España, especialmente de Granada y Sevilla. Aunque tras la expulsión morisca, los gitanos adoptaron la especialidad y la han mantenido hasta la actualidad, como es obvio, han surgido diversas versiones. Una de ellas es la de los buñuelos de viento. Descubre cómo prepararlos, a seguir.
Receta de los buñuelos de viento
Una particularidad de los buñuelos es que, una vez que tienes la mixtura de la masa hecha, la cual se puede hacer con agua, huevo, leche o levadura, el relleno que le pongas puede ser tanto salado como dulce. Incluso, hay recetas en las que van cubiertos con miel o con algún sirope.
En lo que respecta a la receta presentada por Gastronomía y cía, aunque es una fórmula sencilla, se necesita un tiempo para elaborarla. Por lo tanto, si estás de fin de semana, el día está lluvioso y no te apetece ir a ningún lado, preparar unos buñuelos de viento para que tú y tu familia disfrutéis de este manjar será un plan perfecto. El deje a anís con el que quedan, sumado a lo esponjosos que son y el aroma que desprenden harán que la fuente que hagas desaparezca en un santiamén.
Si por lo que sea estás predispuesto a sorprender del todo a la familia con una rica bebida para acompañar a este dulce el chocolate caliente con vino será excelente.
Ingredientes para 30 unidades (aproximadamente)
- Agua: 250 ml.;
- Harina: 125 gramos;
- Mantequilla: 30 gramos;
- Azúcar: 40 gramos;
- Azúcar de vainilla: 1 cucharadita;
- Sal: 1 pizca;
- Huevos: 4 unidades;
- Ralladura de limón: ½ unidad;
- Aceite de oliva o de girasol para freír: el necesario;
- Azúcar para espolvorear: al gusto.
Modo de preparación
1. Para comenzar, coloca en una olla el agua a calentar, la mantequilla, el azúcar, la ralladura de limón, el azúcar de vainilla y una pizca de sal. Una vez que empiece a hervir, añade la harina de una vez sola y empiece a remover con una cuchara de madera hasta que veas que la masa empieza a desprenderse de las paredes de la cacerola.
2. Entonces, apaga el fuego, retira el cazo y espera a que la masa se entibie. Cuando esté templada, comienza a añadir los huevos uno por uno. Es importante que hasta que el primero no haya quedado integrado en la masa, no adiciones el siguiente.
3. Cuando ya tengas la masa de los buñuelos hecha, espera entre una y dos horas a que repose para que tome consistencia.
4. Una vez que haya pasado el tiempo, coloca bastante aceite en una sartén a fuego bajo y ve poniendo cucharaditas de masa poco a poco, dado que la masa se hinchará y precisará de espacio. Tienes que darle la vuelta para que se doren y se inflen por ambos lados.
5. Saca los buñuelos del fuego y deposítalos sobre un papel de cocina absorbentes para quitar el exceso de aceite.
6. Por último, coloca los buñuelos en un plato y espolvorea azúcar por encima. Puede ser azúcar glas si lo deseas.
Para acabar, en el próximo vídeo puedes aprender una receta de buñuelos salados. En esta ocasión van rellenos de acelgas.
