Los niños y los ancianos se encuentran entre los pacientes que más sufren de bronquitis. Esta es una enfermedad que causa inflamación de los bronquios, que son responsables de conducir el aire a los pulmones. El problema no es grave, pero es muy incómodo y puede convertirse en neumonía u otras enfermedades respiratorias, si no se trata a tiempo.
Causas de la bronquitis
Existen dos tipos de bronquitis: la aguda, en la que los síntomas aparecen y permanecen durante algunas semanas, y la crónica, en la que el problema se manifiesta por más de tres meses y puede continuar por el resto de la vida.
Los grupos más afectados por la versión aguda son:
- Niños;
- Ancianos;
- Pacientes de baja inmunidad después del ataque de virus y bacterias;
- Alergólogos que han entrado en contacto con sustancias irritantes como polen, ácaros o humo.
El cuadro crónico es muy común en las personas que sufren de asma, alergias y enfermedades pulmonares obstructivas, especialmente aquellas relacionadas con el consumo de cigarrillos y asociadas con el enfisema pulmonar. Fumar cigarrillos es la causa principal de la enfermedad, además de que empeora y agrava la condición crónica.
Tanto los fumadores como los que tienen contacto frecuente con el humo pueden sufrir el problema, que también se conoce como la tos de los fumadores.
Cómo actúa la enfermedad
Los bronquios son los canales de conducción de oxígeno y tienen miles de pequeñas pestañas responsables de la limpieza. Cuando estos tubos de conexión se encienden, se contraen y se hinchan más. Su defensa es producir más moco para tratar de limpiar el área y continuar su trabajo.
Sin embargo, los cilios no consiguen eliminar la mucosidad de las vías respiratorias, ya que tampoco funcionan correctamente. Por lo tanto, se bloquea el paso del aire y se manifiestan los síntomas.
Síntomas de la bronquitis
Toser es la principal señal de que algo no va bien. Esta puede ser seca o con moco. Otros síntomas incluyen:
- Falta de aire;
- Sibilancias y dolor en el pecho;
- Carraspera constante;
- Fiebre
- Irritación e inflamación en la garganta.
El diagnóstico se realiza en función de los síntomas del paciente y de los exámenes clínicos, además del historial médico de salud. Los pacientes que ya han sufrido bronquitis aguda tienen más probabilidades de enfrentar la enfermedad nuevamente.
Tratamiento y remedios caseros
Como la enfermedad no es grave e implica inflamación de las vías respiratorias, el tratamiento se realiza con antiinflamatorios. Entre ellos se encuentran los corticosteroides y los broncodilatadores inhalados.
Generalmente, la infección es causada por un virus. En los casos raros donde la causa es bacteriana, el paciente también debe ser tratado con antibióticos recetados por el médico.
Además de la medicación, es importante que el paciente se hidrate, inhale, use un vaporizador en la habitación o incluso un recipiente con agua para mantener el aire húmedo. También es importante evitar los factores de riesgo, como los ácaros del polvo y el humo.
Los remedios caseros para la bronquitis también ayudan a combatir la enfermedad, pero no deben reemplazar los medicamentos y mucho menos la consulta con un profesional de la salud. El té de jengibre con limón, el jarabe de cebolla, el ajo y la miel y los aceites esenciales de eucalipto y romero son alternativas caseras que minimizan los síntomas y alivian la tos.
Los pacientes que fuman deben evitar el cigarro durante el período de tratamiento. Incluso si deseas que los síntomas terminen definitivamente, debes dejar a un lado la adicción. También es importante que las personas con enfermedades crónicas se vacunen contra la gripe.
Los consejos en este artículo no remplazan la consultar con un médico. Recuerda que cada organismo es único y puede reaccionar de manera diferente al mencionado.