Gianna Masciantonio, una beba estadounidense de tan solo dos semanas, había sido diagnosticada por los médicos con un quiste terminal. Sin embargo, un beso del Papa Francisco ha curado el tumor cerebral y le ha devuelto las esperanzas tanto a la pequeña como a sus padres. A continuación, una hermosa historia de vida.
Un beso del Papa Francisco ha curado el tumor cerebral de su hija
Cuando en el 2015 el sumo pontífice visitó el Salón de la Independencia en Filadelfia, Joey y Kristen Masciantonio atravesaban un momento muy difícil en sus vidas. Su hija recién nacida, Gianna, había sido diagnosticada con un tumor cerebral inoperable.
Con un diagnostico irreversible y sin esperanzas, los padres decidieron asistir al desfile Papal con su niña de apenas dos semanas. Joey y Kristen son católicos y encontraron en la fe la fuerza para seguir adelante. Aunque su intención solo era estar cerca de Francisco y darle la bienvenida en el desfile, consiguieron mucho más.
Luego de que el Papa recibió en sus brazos a la pequeña Gianna, la besó en la cabeza. Días más tarde, la nena comenzó un proceso de exploración médica. El milagro se había hecho realidad. Sorpresivamente, el estudio mostró que el cáncer había desaparecido. Fue ahí cuando la familia empezó a pensar que el beso del Papa Francisco ha curado el tumor cerebral de su hija.
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El camino al milagro
Luego de que los doctores le diagnosticaran un enorme y peligroso tumor inoperable, Kristen y Joey se preparaban para el funeral de su hija. Pero, a pesar de que a Gianna le quedaban semanas de vida, sus padres decidieron intentar todo lo posible para salvarla y recorrieron el país en busca de más opiniones médicas.
Cuando el Papa pasó frente a la niña, su padre la levantó en medio de la multitud. Francisco, sin siquiera conocer la historia, paró la caravana que lo transportaba, la mandó traer, la recogió en sus brazos y le dio un beso en la frente. Antes de devolvérsela a sus padres, le dio la bendición con la cruz.
Semanas después, en las vísperas de navidad, el teléfono sonó en la casa de los Masciantonio. Un médico los llamaba desde un hospital oncológico con buenas noticias. El especialista había notado cambios en el tumor cerebral de Gianna. Resultó ser un extraño caso de un quiste benigno que redujo su volumen luego del beso de Francisco.
Luego del descubrimiento, la beba se sometió a un tratamiento con quimioterapia durante 15 meses. Ahora, sana y salva, Gianna visitó el hospital de Filadelfia donde fue curada. Cabe destacar que sus padres donaron 50 mil dólares para ayudar a niños con cáncer.
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Para acabar, conoce más datos sobre esta historia en el siguiente vídeo.
