Los antibióticos son medicamentos que usamos hoy en día para controlar y curar las infecciones producidas por bacterias. Pero no siempre fue así.
Como es lógico suponer, los antibióticos que compramos en las farmacias son, originalmente, hechos a partir de elementos naturales.
Antes de la industrialización, la humanidad debía acudir a las propiedades de las plantas para poder hallar alivio a sus malestares de salud. Toda clase de males debía esperar de los beneficios de estas alternativas.
Una de las cosas más delicadas en términos de salud son los procesos infecciosos. Afortunadamente, hoy contamos con antibióticos químicos que nos ayudan a enfrentar estos problemas, pero es cierto que su uso frecuente puede generar resistencia en las bacterias a sus efectos.
Por eso es importante volver a la naturaleza, y rescatar todo lo sabido sobre el poder sanador de las plantas, en aras de enfrentar los procesos infecciosos a los que hemos desarrollado resistencia.
Los antibióticos herbales
Las plantas, los productos naturales y sus propiedades son realmente una alternativa importante a la que acudir cuando nuestro organismo ha perdido su capacidad de absorber los beneficios de los antibióticos comunes.
Cada vez más los investigadores apuntan en esa dirección, como de hecho lo hace el investigador Stephen Harrod Buhner, quien, según diversas fuentes disponibles en la red, ha publicado un libro llamado Herbal Antibiotics (que se puede traducir como Antibióticos Herbales).
La resistencia de las bacterias a los antibióticos suele generarse a partir de la comunicación que existe entre las bacterias, pues unas transmiten a otras la información al reproducirse, como cuando un hijo hereda los rasgos de sus padres. De este modo, las bacterias nuevas que se reproducen con esta información, adquieren lo necesario para sobrevivir a pesar del ambiente hostil ocasionado por el antibiótico.
De acuerdo con las fuentes digitales consultadas, la diferencia entre un antibiótico farmacéutico y otro natural radica en que el primero se hace con un componente aislado, mientras que los naturales son un complejo con múltiples componentes que actúan a la vez en diferentes direcciones.
Mientras que un antibiótico tiene solo un componente, como la azitromicina, por ejemplo, una planta tiene múltiples aminoácidos, azufre y otras sustancias químicas.
Los 15 productos naturales con mejores propiedades antibióticas
El autor de Herbal Antibiotics expone una lista de 15 productos naturales que tienen estupendas cualidades antibióticas, y que pueden ser la respuesta a la resistencia que las bacterias han desarrollado en nuestro organismo. Estos son:
- Aloe vera
- Ajenjo
- Ajo
- Acacia
- Cryptolepis
- Echinacea
- Eucalipto
- Enebro
- Extracto de semilla de pomelo
- Hydratis canadensis
- Jengibre
- Miel
- Regaliz
- Salvia
- Usnea
Pero ¡Cuidado! justamente porque las plantas y productos naturales medicinales tienen poder, no se pueden tomar a la ligera. Muchas personas piensan que los productos naturales son inofensivos en grandes cantidades porque no han sido intervenidos industrialmente. Como consecuencia, los consumen indiscriminadamente.
La frase más común que usan quienes así piensan es “Si no me hace bien, al menos tampoco me hará mal”. Pero no es cierto que sean inocuos. Cuando las plantas se toman con propósitos de salud, deben tenerse los mismos criterios que en la medicina tradicional, en términos de respeto al tratamiento y cuidado con excesos y sobredosis.
Si quiere conocer a fondo qué pueden hacer estas plantas por usted, vea el siguiente vídeo: