Con la creciente preocupación por la salud y el bienestar han surgido en el mercado versiones “saludables” de bebidas populares. Con fórmulas distintas e ingredientes diferentes, estos productos buscan posicionarse entre quienes prefieren opciones más naturales y menos procesadas. Sin embargo, muchas de estas bebidas que parecen saludables son en verdad perjudiciales. A continuación una lista con 6 de ellas para que, antes de adquirirlas, te lo pienses 2 veces.
Bebidas que parecen saludables: jugos procesados de frutas
Muchas personas piensan que cuando beben un zumo procesado eligen una opción más saludable que, por ejemplo, un refresco. Pero éste no es el caso ya que 250 mililitros de este jugo contienen hasta 28 gramos de azúcar. Sólo 5 porciones a la semana, de manera regular, pueden ocasionar hipertensión y niveles elevados de triglicéridos. El zumo de fruta saludable es el que se hace con fruta, agua y sin azúcar añadida.
Bebidas energéticas
Desde que aparecieron en el mercado, estos productos han activado las alarmas por sus efectos sobre el organismo. Las más populares contienen taurina, cafeína y una enorme cantidad de azúcar. Aunque ofrezcan vitalidad, energía y mayor rendimiento, el consumo regular de estas bebidas afecta la salud cardiovascular. En caso de enfermedades cardíacas preexistentes, las bebidas energéticas pueden producir un infarto y hasta la muerte.
Batidos para adelgazar
Estos líquidos son utilizados para reemplazar comidas en dietas y programas de adelgazamiento. Cargados de vitaminas, minerales y otros nutrientes, los licuados para perder peso son una de las bebidas que parecen saludables pero no lo son. Su consumo regular se encuentra asociado a problemas hepáticos, intoxicación por plomo y trastornos alimenticios.
Té frío
Considerado inocuo y hasta beneficioso, el té frío ha tenido éxito en sustituir otras bebidas con peor fama. Sin embargo, esta mezcla de té y azúcar forma una de las bebidas que parecen saludables y nutritivas pero que no lo son. Suele contener hasta 10% de té, pero esta exigua cantidad pierde todas sus propiedades benéficas con el embotellamiento. Además, contiene edulcorantes y otros aditivos químicos con efectos perjudiciales sobre la salud.
Café
Aunque el café tiene numerosos beneficios en dosis moderadas, el consumo en exceso tiene consecuencias perjudiciales para la salud. En altas dosis el café afecta el sistema nervioso, la digestión, aumenta el colesterol y puede empeorar algunas condiciones cardiovasculares. Por eso, es bueno que conozcas unas alternativas a este grano.
Los riesgos se multiplican en el caso del café instantáneo o soluble. Esta versión procesada puede también dificultar la absorción del hierro en los intestinos y provocar cáncer de vejiga.
Refrescos de dieta
Los refrescos o gaseosas de dieta sólo sustituyen el azúcar por edulcorantes químicos. Su valor nutricional es nulo, pero sus riesgos para la salud son numerosos. Estos incluyen el daño neuronal, la acidificación del organismo y el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Igualmente, los refrescos de lights pueden provocar dolores de cabeza, cambios en el metabolismo y la erosión del esmalte de los dientes
Aquí puedes descubrir otros motivos para dejar de tomar refrescos y cómo hacerlo.
Consejo extra: Revisa las etiquetas nutricionales
No te dejes de llevar por un rótulo atractivo que contenga la palabra “natural” en letras verdes. Si quieres saber qué estás consumiendo, es necesario que revises la información nutricional en la etiqueta del producto. En caso de que no conozcas algún ingrediente, haz una consulta rápida en internet. Recuerda que al final es tu responsabilidad informarte sobre lo que comes y bebes.
Además de las bebidas que parecen saludables, hay comidas que también esconden su peligrosidad potencial. Para terminar, no dejes de ver en el siguiente video los 17 alimentos con fama de sanos que no lo son.