Nicole y Shane Sifrit tuvieron una semana llena de muchas emociones que tristemente terminó con una inmensa e inesperada tragedia.
La pareja no se había casado, pero desde que Nicole quedó embarazada, planearon todo para hacerlo al nacer la bebé, de tal forma que el fruto de su amor estuviese presente durante la celebración de su unión.
Pasaban los meses y crecía la emoción, ya pronto estarían los tres juntos y tendrían una vida muy feliz. Los preparativos de la boda se llevaban a cabo paralelamente a los preparativos del nacimiento de la pequeña, todo salió muy bien gracias al apoyo de la familia.
Llegó el día más feliz
¡Nació Mariana! la princesa del hogar. Llegó al mundo llena de vida y dulzura, totalmente sana. Alegró el corazón de sus padres desde el primer momento. La vivieron plenamente, deseaban con ansias mostrarla a sus amigos y familiares.
A los cinco días del nacimiento de Mariana, sus padres estaban dando el sí ante al altar. Llenos de mucha fe reconocieron su amor ante Dios. Todos los invitados estaban muy emocionados con la bebé, la besaban, la cargaba y jugaban con ella, sin pensar que eso le apagaría la vida.
Casi al finalizar la fiesta los padres de Mariana notaron que la pequeña tenía dificultad para respirar, además no tenía ganas de comer, por lo que decidieron salir corriendo del lugar y llevarla de inmediato a la sala de emergencias.
Al llegar al lugar los doctores informaron a la pareja que la bebé se encontraba en un estado muy grave de salud, ya que había desarrollado meningitis HSV-1 como consecuencia de haber sido contagiada de Herpes.
Con el pasar de las horas, a pesar de intentar hacer todo lo posible para salvarle la vida, los órganos de la bebé empezaron a fallar, le realizaron transfusiones de sangre pero su hígado colapsó, provocando una hemorragia interna muy fuerte.
La pequeña Mariana Reese Sifrit dejó este mundo a las 8:35 de la mañana. Hoy en día es un lindo ángel.
¡Los padres de Mariana estaban totalmente devastados! Un padre jamás está preparado para perder un hijo, pero en este caso el dolor era mayor, ya que prácticamente la pequeña acababa de nacer. Ayer hubo alegría y hoy sólo tragedia.
La pareja se realizó un examen médico para descartar que tuviesen herpes y arrojó un resultado negativo, definitivamente alguien más, de identidad desconocida, fue el encargado de contagiar a la bebé.
“Nuestra Mariana está con Dios. Esperamos que nuestro ángel pueda salvar la vida de muchos niños, al crear conciencia sobre el impacto de besar a los recién nacidos, es muy peligroso”, afirma Shane.
Los bebés recién nacidos son muy frágiles y su sistema inmunológico es altamente sensible, por ello, al recibir a un bebé debemos mantenerlo protegido y lo más aislado posible hasta esperar que pase la primera semana. Debemos evitar que los familiares y amistades lo besen y carguen, además de lavarse constantemente las manos si se tiene contacto con él. Aunque parezca una exageración, si Nicole y Shane hubiesen sabido esto, hoy en día todavía pudiesen cargar a su bebé en brazos.
A continuación le invitamos a ver el siguiente video, en él se presenta más información sobre el caso, junto con la opinión de un médico experto sobre el herpes y su contagio en bebés:
¡Comparta esta triste historia! Debemos crear conciencia sobre los peligros del herpes y la fragilidad de los bebés durante sus primeras semanas de vida.