Aunque seas creyente o no, en el mundo se dan situaciones que sólo pueden ser obra de un milagro. Si en 2014 Lyla se convirtió en el bebé prematuro más pequeño del mundo que sobrevivió con tan sólo 410 gramos, Saybie le ha arrebatado el puesto. Esta pesó 245 gramos cuando vino al mundo y, por suerte, ha sobrevivido. Esto le ha hecho convertirse en el bebé más pequeño del mundo que ha sobrevivido.
El bebé más pequeño del mundo sobrevive y ya ha recibido el alta
Puede parecer que no es verdad. Sin embargo, es un hecho verídico. Saybie llegó al mundo a las 23 semanas y 3 días de gestación por medio de una cesárea de emergencia. La nena pesaba 245 gramos y su tamaño era como el de una manzana.
Al evaluar su situación, los médicos pronosticaron que viviría un día. Pero, contra todo pronóstico, salió adelante y al cumplir los 5 meses de vida y llegar a los 2,5 kilos ya está en casa. Su supervivencia la ha convertido en el bebé más pequeño del mundo.
En el Hospital Sharp Mary Birch de California, Estados Unidos, fue donde la atendieron tras ser trasladada ahí a la unidad de cuidados intensivos.
¿Por qué fue un parto de emergencia?
La cesárea de emergencia que le practicaron a la mamá de Saybie fue porque le diagnosticaron preeclampsia. Esta patología es una dificultad que pueden sufrir las gestantes cuando tienen la presión arterial alta. Por culpa de ello, tanto la madre como el bebé pueden tener problemas en varios sistemas de órganos.
El hospital estadounidense ha difundido un vídeo con el testimonio de la mamá de Saybie. En él ella cuenta que el parto fue el día “más terrible” de su vida. Esta le decía a los médicos que su hija no iba a sobrevivir ya que estaba embarazada sólo de 23 semanas.
Cuando el bebé más pequeño del mundo nació, fue catalogado como bebé microprematuro dado que no llegó a las 28 semanas de embarazo.
En el hospital han afirmado que eran tan chiquita que “cabía en la palma de la mano” de una persona.
Por suerte, la pequeña no padeció casi ninguno de los problemas que suelen sufrir los microprematuros. Algunos ejemplos son dificultades pulmonares y cardíacas y/o hemorragias cerebrales.
Para acabar, en el siguiente vídeo puedes descubrir la historia de un bebé prematuro que sobrevivió 5 meses en una nevera de poliespán.