Quienes tengan una mascota en casa saben lo complicado que puede llegar a ser la hora del baño con esta. Es por eso que muchas personas se decantan por llevarlo a un veterinario o establecimiento específico para el cuidado de los cachorros. Sin embargo, esta última opción, en algunos países, ahora no es viable ya que dichos comercios están cerrados por causa del coronavirus. Luego, es el momento perfecto para que conozcas unos buenos trucos para bañar a un perro en casa.
Cómo bañar a un perro en casa
A la hora de bañar a un perro en casa se deben tener en cuenta varios factores, como es el caso de los productos que usas. Ten en cuenta que el olfato de ellos es mucho más agudo que el de los humanos. Luego, algunos cosméticos pueden dañarles dicho sentido.
Además de los productos, es bueno que conozcas otros detalles, los cuales serán claves para que la ducha de tu can se haga de manera correcta y sin que tú te estreses.
Champú para perros
Bajo ningún concepto uses un champú que no sea específicos para perros. Cuando vayas a comprar el producto, debes prestar atención y adquirir uno que sea indicado para el tipo de piel de tu mascota. Asimismo, procura que este no tenga olores demasiado artificiales y nada naturales.
Debes saber que hay champús que tienen efecto antiparasitario o específicos para algún problema en la piel de los peludos. Estos solo se deben usar bajo las recomendaciones de un veterinario.
Una opción buena de champús son los que incluyen desenredantes y/o abrillantadores. No obstante, también cabe la posibilidad de que adquieras estos cosméticos aparte.
Colonia
Después de bañar, secar y cepillar al can, puedes echarle colonia con un pulverizador. Sin embargo, ten en cuenta que a casi ningún perro le agrada el olor. Luego, en el caso de que quieras perfumar a tu animal doméstico, lo mejor es que lo hagas con una colonia que sea 100% aromas naturales para que este no la rechace.
Paso a paso
Antes de meter a tu perro en la bañera, ducha, o palangana donde lo vayas a bañar, ten preparados los productos, así como una o dos toallas. Recuerda que el agua debe estar tibia.
1. Introduce al peludito en la bañera y abre la canilla. Para que el agua no le abrase la piel, asegúrate que esta a la temperatura indicada antes de que esta entre en contacto con él.
2. Agarra la ducha y sube desde una pata delantera hasta la parte de la cruz para que el perro no se impresione si el agua le da directamente en el rostro.
3. Luego, comienza a mojar de la cruz al lomo, la cola y, por último, la cabeza. Presta mucha atención para que el agua no le entre ni en los ojos ni en los oídos. A la hora de limpiarle la cara, usa tu mano. Para finalizar, empápale bien pecho, la barriga y las patas.
4. Cuando ya esté bien mojado, ponle el champú siguiendo el mismo patrón que hiciste para mojarlo. Después, frita bien y usa toda la cantidad que precises para hacer espuma en todo el cuerpo. Un buen truco es hacerle un suave masaje para que se tranquilice.
5. A la hora del aclarado, utiliza bastante agua. Sigue la secuencia de cruz, lomo, cola, cabeza, cara, pecho, vientre y patas. En el caso de que el animal tenga mucha suciedad, repite el proceso con el champú.
6. Tras cerrar el grifo, aprieta el pelaje del perro con tus manos para eliminar el exceso de agua.
7. Ahora, sécalo bien con las toallas. Puedes usar el secador para que el animal no se enfríe.
8. Por último, cepilla a tu mascota. Lo puedes realizar durante el secado o después. Si lo deseas, perfúmalo.
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Puedes aprender cómo cepillar correctamente a un perro en el siguiente vídeo.