Vamos a enseñarle a preparar una receta, que es muy simple de hacer, pero muy poderosa. Ella se encuentra en el libro “Nuevo secretos de la buena salud” de Salvatore de Salvo, profesor en la Universidad de Sao Paulo, físico y químico. Según él, está receta tiene potencial para bajar los niveles de urea, lípidos, triglicéridos y glicemia. El tratamiento produce la limpieza y renovación de la sangre, controlando el colesterol, la diabetes y el ácido úrico.
Sorprendentemente, el tratamiento es muy simple y se realiza con tan solo dos ingredientes: agua y cáscara de calabaza (auyama), durante un mes entero. Hay también, algunos trucos. Conviene que usted los conozca para que la receta sea efectiva.
La calabaza no puede ser guardada en el congelador, porque el frío altera las propiedades de la cáscara, lo que puede ser perjudicial para el tratamiento. Por esto, en el mes en que vaya a realizar el tratamiento va a tener que comprar la calabaza, de dos en dos, o de tres en tres días, para que esté fresca y no haya sido refrigerada.
El profesor Salvatore explica que, la concha de calabaza actúa como un disolvente de las toxinas y el colesterol, limpiando y renovando la sangre. Según él, éste es un tratamiento sin contraindicaciones ni efectos colaterales.
El sabor del remedio no es muy gustoso, pero es importante tener en mente que no estamos tomando un refresco, estamos tratando un problema de salud, que va a dar muchos resultados; por tal razón vale la pena este pequeño esfuerzo.
No se asuste con el color de su orina, ella va a cambiar durante este proceso de desintoxicación de la sangre.
Luego de la primera semana, una gran cantidad de colesterol malo (LDL, de bajo peso molecular) va a ser expulsado de su cuerpo, limpiando las arterias; inclusive las cerebrales, colaborando para mejorar también su memoria.
El tratamiento consiste en: todos los días de mañana, en ayuno, unos 15 minutos antes de tomar el desayuno, bata 100 gramos de cáscara de la calabaza con agua a temperatura natural (no puede estar en el congelador). Según la receta original, la mejor calabaza para este tratamiento es la calabaza larga, aquella con la que usualmente se hacen los dulces. Nunca use la que tiene forma redonda, no es recomendada. No le indicamos una cantidad de agua porque simplemente debe colocar una cantidad mínima para que la licuadora funcione. Bata muy bien hasta obtener la vitamina de la cáscara de la auyama. No debe colarla, tómesela inmediatamente luego de licuarla.
Realice ese tratamiento por 30 días consecutivos
El autor del libro, el profesor De Salvo, ya realizó ese tratamiento varias veces y los problemas desaparecieron. Cuando él realiza sus exámenes anualmente, si aparece algún indicador negativo en los resultados, él repite el tratamiento y los valores quedan normalizados nuevamente. Usted también puede realizar exámenes después de un mes de tratamiento, para comprobar su eficacia.
