Incluso teniendo necesidades especiales, este niño fue esposado en la escuela, llevado a la comisaría de policía y mantenido en una celda. Todo esto a la edad de 8 años. El caso sucedió en Florida, Estados Unidos, en 2018, y las repercusiones siguen siendo grandes. Eso es porque ahora la madre decidió que demandaría a la ciudad, al colegio, a los tres policías (Michael Malgrat, Kenneth Waite y Fred Sims), a la profesora Ashley Henrique, al director Fran Herin y al subdirector Kyle Sheer.
Pues sí. Bianca Digennaro no pretende abaratar lo que considera un trauma para su hijo. Él no solo fue esposado y llevado a la prisión de menores, sino que también hizo frente a una demanda. Fue declarado inocente en 2019, pero el trauma continuó. Ha demostrado tener necesidades especiales y ahora necesita remedios para la ansiedad y la depresión.
Cómo ocurrió la agresión
El hijo de Bianca estaba en el comedor con sus compañeros y la maestra le pidió que se sentara correctamente. Este dijo que no lo haría, desobedeciendo unas cuantas veces más. Paciente, ella le pidió que se sentara a su lado. Luego lo agarró del brazo y le pidió que se sentara y él reaccionó rápidamente, diciéndole que no lo tocase.
La profesora se puso de pie y le pidió que la acompañase, probablemente pensando en llevarlo a la coordinación. Sin embargo, él respondió bruscamente y le dio un golpe en el pecho. Obviamente, no le dolió, pero seguía siendo una agresión y debía corregirse. ¿Como hacer eso? Generalmente con la familia, con diferentes medidas, dada la especial condición del niño.
Por qué los policías aparecieron
Estás de acuerdo en que no es normal que un oficial de policía se presente en la escuela para corregir un mal comportamiento, ¿verdad? Pero ese día, no solo uno, sino tres policías fueron hasta allí abordaron al niño. Fue registrado y esposado, bajo amenazas de arresto y otras formas de “educar”. Antes de salir del colegio, incluso fue consolado por uno de los profesores, que fue destituido en ese momento.
Bianca descubrió que la razón por la que la policía estaba en la escuela era simplemente su exmarido, el padre del niño. Quería darle una lección, pensando que gracias al “susto” se portaría mejor. Lamentablemente, lo que logró fue agravar el cuadro del pequeño, que aún tiene pesadillas golpeando los barrotes de la celda donde estuvo detenido.
En resumidas cuentas: a los 8 años, con necesidades especiales, tuvo una crisis y se comportó de manera inapropiada. El padre pensó que sería una buena manera de educar llamar a la policía para hacerle pasar un mal rato o trago al pequeño. Esto agravó la situación, con mayor ansiedad y depresión, y ahora la madre va a demandar a todo Cristo. ¿Qué te pareció todo esto? ¡Deja tu opinión en los comentarios! Aprovecha también y mira el vídeo de cómo se dieron los hechos.
Fuente: Daily Mail