La obesidad y el sobrepeso es un problema de salud bastante grave. Este afecta a muchos aspectos de la vida de la persona, e incluso la deja expuesta a otras dolencias. Tanto es así que un reciente estudio ha puesto de manifiesto que los jóvenes con obesidad presentan el mismo riesgo de fallecer de coronavirus que los ancianos. Por tanto, es importante prevenirla y/o tomar acción en caso de que ya se esté padeciendo esta dolencia. Una de las cuestiones acerca de las que no se habla mucho, pero es crucial tener conciencia es sobre el apetito emocional. Sigue leyendo para saber más datos de este.
Lo que no sabes sobre el apetito emocional
Las emociones pueden llegar a ser muy dañinas para las personas, sin que ellas sean conscientes, a veces. Por ejemplo, el estrés y la ansiedad, en ocasiones, perjudican la elección de los alimentos que uno ingiere. Dichas selecciones, a la vez, pueden influir en el estado anímico.
Uno de los mayores problemas de estos casos es que no todo el mundo tiene la capacidad de darse cuenta del impacto que las emociones generan en la salud. Cuando tienen lugar estos supuestos, se le suele echar la culpa a la falta de ganas y de voluntad cuando alguien fracasa en su intento por bajar de peso. Pero, el verdadero problema reside en el apetito emocional.
Este hambre, el cual juega un papel crucial en la obesidad, se considera un trastorno. Luego, es necesario que sea tratado por un profesional, de la misma forma que ocurre con la bulimia, la anorexia o la depresión.
Básicamente, lo que sucede es que cuando alguien tiene estrés, de forma natural su cuerpo responde consumiendo dosis excesivas de azúcares y de grasas. Otra de las cosas que puede pasar es que pierda el apetito por completo. Es por ello que se pierde peso y se gana de manera brusca.
Hay que tener en cuenta que el apetito emocional está relacionado con la psicología del enfermo, situación que dificulta aún más sobrellevar la dolencia.
En el caso de que tengas sobrepeso u obesidad y te identifiques con lo expuesto anteriormente, es decir, comas más cuando tengas estrés, se recomienda que busques la ayuda de un médico para que pueda identificar dónde reside el problema. Asimismo, este te podrá dar unas pautas y técnicas para que aprendas a relajarte, además de estrategias para modificar tus hábitos alimenticios.
Lo más indicado es que te trates con un psicólogo y que esta ayuda vaya acompañada de un nutricionista. Así, estarás haciendo una psicoterapia de la obesidad, la cual te permitirá mantener una estabilidad emocional y bajar de peso de manera controlada.
Consejos para controlar los impulsos emotivos
Además de la ayuda de los profesionales indicados, existen unas pautas que ayudan a controlar los impulsos emotivos que originan el apetito emocional.
Reconoce el verdadero apetito
Para aprender a identificar si realmente tienes hambre, pregúntate: “¿Es este emocional o físico?”
Conoce los detonantes
Un cuaderno o libreta para el autoregistro es de gran utilidad. Anota lo que comes, la cantidad, cuándo lo hiciste, cómo te sientes cada vez y el hambre que tienes. Gracias a estos apuntes podrás reconocer diversos patrones que se repiten y son claros ejemplos de conductas alimentarias negativas, las cuales se pueden evitar.
Busca un lugar que te aporte conforto
Sal a caminar, mira una serie, baila, escucha música, lee o llama a un ser querido. El objetivo es que hagas algo que te traiga placer y permita que tengas la mente distraída.
Evita tener alimentos que no sean saludables cerca de ti
Dado que los alimentos calóricos y grasosos son los que perjudican seriamente tu salud, lo mejor es que no los compras y que no los tengas en casa para prevenir tentaciones. Así, cuando estés triste o te entre el apetito, no ingerirás este tipo de productos.
Por otro lado, es importante que no acudas al supermercado cuando te den estos brotes. La idea es que aprendas a controlar tus sentimientos y que tus emociones no influyan a la hora de hacer la compra.
Las comidas deben ser saludables
En el caso de que te entre un hambre feroz y no consigas reprimir las ganas de ingerir algo, decántate por alimentos sin grasa y bajos en calorías como puede ser la fruta fresca, por ejemplo.
Otra opción es que ingieras una versión saludable de tu comida favorita para satisfacer tu antojo de urgencia.
Mantén una alimentación balanceada, la cual te permita obtener las calorías que necesitas
Otro de los trucos para combatir el apetito emocional es el de alimentarse de manera equilibrada. Es crucial que tu organismo obtenga de los alimentos las calorías que son precisas para que tengas suficiente energía.
Esto permitirá que te sacies y te sientas satisfecho durante más tiempo. Consecuentemente, no picarás entre horas.
Por otro lado, lleva una rutina de horarios razonables.
Haz ejercicio
La actividad física es buena tanto para tu salud mental como física. Ergo, realiza ejercicios de forma regular para liberar estrés y sentirte mejor. También es importantísimo que descanses las horas necesarias para permitir que tu cuerpo se relaje y trabaje de manera correcta.
Lee también: La hoja de ruta para trabajar con el hambre emocional
Para finalizar, de la mano del Dr. Otero Pareja puedes conocer más datos acerca de la obesidad y el sobrepeso como es el caso de las enfermedades asociadas, prevención y tratamiento.