La demencia es una clase de enfermedades que incluye el Alzheimer, el cual todavía no tiene cura. Empero, varios equipos médicos de todo el mundo realizan estudios continuamente para que, algún día sea posible descifrarlo, evitar que se desarrolle, retroceder su daño o prevenir su evolución.
Una de las noticias más recientes publicadas sobre el tema provino de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Cambridge, en Inglaterra, el cual fue publicado el 14 de diciembre de 2020.
La investigación sugiere que la apatía es uno de los primeros síntomas que aparece inclusive años antes en personas que desarrollarán alguna forma de demencia. Esta apatía se caracteriza por la falta de interés o motivación por las cosas, y a menudo se confunde con la depresión.
Sin embargo, existe el riesgo de que el síntoma sea una señal de la enfermedad por venir, generalmente diagnosticada entre los 45 y 65 años de edad.
Como informaron los investigadores, los estudios de escaneo cerebral han demostrado que en las personas con demencia frontotemporal, es causada por el encogimiento en partes específicas de la parte frontal del cerebro. Cuanto más grave es la contracción, peor es la apatía.
“Cuanto más descubramos sobre los primeros efectos de la demencia frontotemporal, cuando las personas todavía se sienten bien consigo mismas, mejor podremos tratar los síntomas y retrasar, o incluso prevenir, la demencia”, explica una de las autoras del estudio, Maura Malpetti, científica cognitiva del Departamento de Neurociencia Clínica en la Universidad de Cambridge.
El estudio en cuestión reunió a 304 voluntarios sanos que portan el gen defectuoso responsable de la demencia frontotemporal, y 296 parientes de estas que tienen genes normales.
Fueron años de estudio, sin que la mayoría de las personas supieran que eran portadoras del gen defectuoso, para que esta información no entorpeciera los resultados finales.
“Al estudiar a las personas a lo largo del tiempo, en lugar de simplemente tomar una fotografía (del momento), revelamos cómo incluso los cambios sutiles en la apatía predijeron un cambio en la cognición, pero no al contrario”, comentó Maura Malpetti.
A lo largo del período de estudio, los médicos pudieron observar que las personas con la mutación genética que causa la demencia frontotemporal tenían más apatía que otros miembros de su familia. Y que, a los dos años, esta apatía incrementaba mucho más que en personas con genética normal.
Estos resultados fueron realmente importantes para comprender mejor las demencias y su progresión, que no empieza de repente. Así, los pacientes con predisposición a la demencia pueden iniciar el tratamiento mucho antes de lo que ocurre en la actualidad, y los resultados pueden ser incomparablemente mejores en cuanto a su calidad de vida.