Si bien todos sabemos que la muerte es un destino ineludible, no es lo mismo vivir pensando que es una posibilidad remota, que saber que tenemos una fecha, y que cada día, ese momento se acerca. Esta es la realidad de muchas personas que son desahuciadas.
El caso de Elisa Girotto en Treviso, Italia, fue justamente eso. A los 40 años Elisa acababa de tener a su primera hija, después de muchos intentos. Pero ese mismo día, ella y su marido recibirían una terrible noticia. Elisa tenía cáncer de mamas.
En ese momento, Elisa y su marido comenzaron el viacrucis buscando la curación de ella. No hubo médico que no consultaran, no hubo tratamiento que no probaran, pero lamentablemente, el cáncer seguía avanzando. Finalmente, Elisa se armó de valor y le preguntó a su doctor cuál era el pronóstico. Éste le dijo que le quedaban, apenas, unos 2 meses de vida.
Conmocionada por la noticia, decidió aprovechar el tiempo que quedaba. Ya para entonces, su hija Alice estaba en su primer año, así que comprometida con el amor que sentía hacia su hija, y lamentando el hecho de que ella viviría sin madre, decidió que no la abandonaría así.
Con su tarjeta de crédito, Elisa comenzó a comprar por Internet todos los regalos que le daría a su hija por su aniversario hasta los 18 años. Su marido comenzó a recibir los paquetes en el correo, todos los días. Finalmente se le acercó y le preguntó qué era todo aquello.
Ella le explicó que se trataban de los 18 regalos que Alicia debía recibir en cada aniversario, y que su trabajo era envolverlos y entregárselos. De ese modo, su madre estaría siempre allí.
En el tiempo previsto, Elisa murió. Su marido comparte con todos que su último pensamiento fue para Alice. Como aquella película “My life” (Mi vida), con Michael Keaton y Nicole Kidman, Elisa encontró la forma de acompañar a su hija hasta que se convierta en una mujer.
A continuación compartimos un video que nos hace reflexionar:
