Traer un bebé al mundo es una decisión muy importante. Aunque en la mayoría de los casos el nacimiento de un nuevo miembro es una buena nueva, en otros puede ser un momento de dudas y dificultades. Esto ocurre, sobre todo cuando el padre desaparece y deja a la madre sola durante el embarazo. O también meses después de que la criatura haya nacido. Pero lo que en un principio puede ser un mal trago, puede llegar a ser lo mejor para la criatura cuando se cuenta con un buen respaldo. Un ejemplo es cuando ante el abandono de un padre, un abuelo no suelta la mano a su nieto.
Ante el abandono de un padre, un abuelo no suelta la mano a su nieto
Dado que existen varones irresponsables, ya en algunos países proponen hasta 12 años de cárcel para los hombres que abandonan a las mujeres embarazadas. El desatender a un menor puede traerle consecuencias graves, ya que le falta el cariño de uno de sus progenitores. Asimismo, ese espejo en el que reflejarse. Además, en muchas ocasiones, las madres se quedan indefensas, teniendo que hacerse cargo solas de todos los gastos del bebé, el hogar y demás cuentas.
Sin embargo, ante el abandono de un padre, un abuelo no suelta la mano a su nieto. Las personas que tienen la suerte de tener un abuelo así, lo agradecen de por vida. Es más, incluso dan las gracias porque su progenitor se hubiese ido. Esto es porque con la educación, amor y valores que su abuelo le brindó, no lo necesitaron para nada. Asimismo, es bueno ya que tienen una referencia de quién y cómo no quieren ser en el futuro.
Cuando un abuelo decide tomar el lugar de un padre ausente, en la mayoría de los casos nadie se lo pide. Este lo hace porque le nace, ya que desea que sus nietos tengan esa figura paterna y alguien que los guíe por el bien camino, diciéndoles lo que está mal y lo que está bien.
Pero no es solo la cuestión de educar, también son esos detalles de cómo enseñar a montar en bicicleta, a nadar, contar un cuento antes de irse a dormir, celebrar las victorias y logros como el que más, y no dejar que sus nietos se vengan abajo ante las piedras que se les cruzan en su camino. En definitiva, demostrar amor incondicional y dar todo sin esperar recibir nada a cambio.
Aunque ante el abandono de un padre, un abuelo no suelta la mano a su nieto, por desgracia un día este tiene que partir. Eso sí, hasta el último aliento nunca suelta a su nieto, que más que su nieto es su hijo. Es por ello que siempre permanecerá en el corazón y en la memoria de aquel que amo más que a su propia vida, y este le estará eternamente agradecido por los valores que le inculcó y por ser la persona que es a día de hoy debido a sus enseñanzas.
Para acabar, puedes conocer en el siguiente vídeo más datos sobre la importancia de los abuelos para sus nietos.