Es una realidad que detrás de cada familia hay una historia, que muchas veces ni se llega a saber. No obstante, por cosas tan simples como un deber de la escuela, se pueden llegar a conocer. Y lo que es más alucinante, cómo una persona puede llegar a desarrollar su imaginación para cumplir con sus obligaciones, a pesar de contar con pocos recursos. Esto fue lo que ocurrió en Argentina. Un alumno emociona a todos con su trabajo, después de que la maestra pidiera que hicieran una obra de arte con lo que tenían en casa.
Un alumno emociona a todos con su trabajo
La profesora de Luciano, un niño de 11 años que vive en Agrelo, Luján de Cuyo, Mendoza, pidió a sus estudiantes que realizaran una obra maestra de artes plástica. Ellos debían elaborar la tarea con lo que tuvieran en sus hogares.
Lo que nunca se esperó esta docente fue la tarea que haría el escolar de sexto curso. Y es que el alumno emociona a todos con su trabajo. Cabe destacar que este reside en un humilde asentamiento y que, por causa de la cuarentena, estudia desde casa. Empero, este no cuenta ni con acceso a internet ni a un ordenador. Tampoco tiene cartulinas, marcadores, acuarelas, brillantina, goma para pegar ni revistas para recortar. Sin embargo, las limitaciones no fueron un impedimento para que Luciano hiciese los deberes.
Es importante tener en cuenta que por causa de confinamiento, los alumnos reciben por mensajes de Whatsapp los deberes que tienen que hacer, por el hecho de que no hay conexión para que puedan asistir a clases online.
Claudia Arabena, la profesora de artes plásticas comentó en palabras recogidas por el portal Infobae que “Los primeros días la comunicación con los padres se complicó porque no todos cuentan con datos en sus teléfonos, así que hubo que tener paciencia y ponerse creativos”.
La tarea de Luciano
Ante la petición de la profesora, y con la inestimable ayuda de su hermano más chico, de tan solo cuatro años, Luciano decidió salir al patio de su casa y hacer ahí la obra de Arte. Ahí vio que los materiales con los que podía contar eran barro, arena, algunas ramas sueltas y ladrillos.
Con dichos materiales y usando su imaginación, se puso a trabajar hasta que hizo un enorme dinosaurio. Para ello, mezcló tierra con agua para formar el cuerpo del animal. Las ramitas las usó para ejemplificar las garras y los dientes del dinosaurio. En lo que respecta al ladrillo, con el polvo de este hizo las espinas del lomo.
Luciano fue tan creativo que incluso firmó su trabajo poniendo su nombre con los palitos que le sobraron.
Una vez finalizada la tarea, los progenitores del joven sacaron una foto y se la enviaron a la profesora. Esta explicó que envía “cada quince días las tareas, y luego hago una devolución de cada trabajo. Cuando vi la imagen quedé impactada, es una obra que representa muy bien el arte efímero. Lo compartí con mis colegas, y la sensación fue la misma”.
El esfuerzo de Luciano
Por culpa de la crisis sanitaria generada por el coronavirus, Luciano, sus dos hermanos y sus padres se han mudado a casa de su abuela materna. Para Claudia Arabena, el compromiso que están teniendo los progenitores para que sus hijos puedan seguir estudiando, todo y las limitaciones económicas que tienen, es digno de alabar. “En la zona tenemos una villa muy grande y ha sido difícil para ellos. Las mamás le ponen mucha garra: acompañan, cargan crédito en los teléfonos para enviar las tareas. Ver los resultados me pone muy contenta”.
Asimismo, la docente destacó que le daba “una satisfacción enorme saber que lo hizo aún lejos de su casa. Quiero rescatar el trabajo de los chicos que, a pesar del entorno, tienen ganas de seguir adelante. Eso valoriza mucho más su obra”.
Sin lugar a dudas, que como destaca la profesora, el esfuerzo y empeño que Luciano y su familia están poniendo para poder seguir con el temario, en los tiempos tan complicados que están viviendo, se debe reconocer, y debe servir de ejemplo para aquellos que tienen la oportunidad de estudiar con todas las comodidades del mundo y no las aprovechan.
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Para finalizar, en el próximo vídeo puedes ver una reflexión sobre las nuevas formas de aprender y enseñar a partir de la pandemia.
