La naftalina es un producto química en forma sólida, pero se evapora en contacto con el aire ambiente y se transforma en un gas tóxico. Por eso, incluso si estás acostumbrado a usarlo en las habitaciones de la casa para mantener alejadas a las polillas, lo ideal es dar preferencia a otras opciones menos nocivas para la salud como alternativas a la naftalina.
5 Alternativas a la naftalina para acabar con las polillas
Es cierto que la naftalina repele las polillas que terminan en telas, papeles y alimentos, ya que su composición tiene una propiedad repelente que se libera en forma de gas. Por eso, esta se ha usado durante años en entornos domésticos y comerciales, pero sin el debido cuidado, o sea, en cantidad excesiva y sin la protección del embalaje cerrado.
El hecho es que, así como la naftalina aleja a las polillas puede ser tóxica, su gas también puede intoxicar a los humanos, especialmente a los niños, los ancianos y las personas con un organismo más sensible.
La intoxicación puede causar náuseas, vómitos, irritación de la piel, ojos y órganos internos, mareos e incluso confusión mental, dependiendo de la cantidad inhalada y la sensibilidad de la persona. Entonces, obviamente, es un producto peligroso.
Por lo tanto, la forma más segura es alejar estos bichos no deseadas utilizando alternativas a la naftalina que no ofrecen el mismo riesgo. Conoce cuáles son.
1. Mantén los ambientes secos y aireados
La primera de las alternativas a la naftalina es el cuidado de las habitaciones de la casa. A las polillas les gustan los lugares húmedos y oscuros. Por eso, acaba con las infiltraciones y, siempre que sea posible, abre las puertas y los cajones de los aparadores y armarios para ventilarlos.
No almacenes ropa usada o húmeda, y guarda la ropa sin usar en bolsas de plástico y cajas bien cerradas la que no sea de la estación en la que estés ya que no te la estarás poniendo. Aun así, cuando hay un fuerte día soleado, saca las prendas, y luego guárdelas bien cerradas.
En la cocina también es importante retirar los alimentos de los envases de plástico o del papel y almacenarlos en frascos de vidrio, bien cerrados, para que las polillas no entren en contacto con los alimentos. Recuerda, también, verificar la fecha de vencimiento de los alimentos.
2. Haz de tu aspiradora tu aliada
Además de mantener la casa seca y bien ventilada, también debes mantenerla muy limpia. Si las polillas ya están en la habitación, aspíralas para eliminarlas por completo y acaba con la suciedad de inmediato. Observa las alfombras, grietas, zócalos y todas las esquinas.
3. Utiliza aceite esencial de lavanda
El aceite de lavanda es uno de los repelentes naturales de las polillas y no perjudica tu salud. Puedes diluir unas gotas de aceite en agua, ponerlo en una botella con pulverizador y aplicarlo sobre las prendas antes de plancharlas.
Otra opción es cosechar ramitas de lavanda, dejar que se sequen y hacer paquetes con tul para almacenar en los armarios y cajones de la casa.
4. Apuesta por los clavos de olor
El clavo de olor no solo tiene usos culinarios y medicinales. También es un buen repelente de insectos. Al igual que en el consejo anterior, haz paquetes en tul o en otro paño poroso y coloca algunos clavos dentro. Incluso puedes mezclar lavanda con clavos y extender estos paquetes por las habitaciones.
5. Usa hierba de limón
Otra alternativa a la naftalina es usar hojas de hierba de limón, porque este olor que es delicioso para los humanos, es terrible para las polillas. Escoge las hojas, córtalas en trozos más pequeños y colócalas en las esquinas de los armarios, cajones y otros lugares donde lo consideres necesario. La casa quedará perfumada y las polillas serán repelidas. Cámbialas cada 2 semanas.