Sin entrar en terminologías más técnicas, se podría decir que la alopatía es la medicina tradicional, o sea, es el uso de terapias que intentan tratar las enfermedades a través de métodos contrarios a los que causaron la patología. Dicho de otra forma, es la técnica del ‘contra’.
Conoce más información acerca de este método, a continuación.
Para qué sirve la alopatía
Este método tradicional de medicina sirve, esencialmente, para combatir y contrarrestar un tipo de dolor o patología. Hay que tener presente que se considera el modo más convencional de abordar la medicina. Funciona y sirve, sobre todo, para atacar enfermedades específicas, actuando contrariamente y reduciendo la misma.
Para ilustrar mejor su función, se puede colocar el ejemplo de las bacterias. La alopatía, para atacar y curar las bacterias, usa los antibióticos. Estos actúan directamente sobre los virus, reduciéndolos hasta sanar el organismo. Se puede decir, entonces, que funciona bajo la lógica de lo contrario.
Alopatía vs homeopatía
Todo y que se comenta que el tratamiento homeopático puede darse al mismo tiempo que la medicina convencional, los homeópatas no les gusta incluir técnicas alopáticas para curar enfermedades.
Uno de los puntos en común de ambos métodos es que se centran en la higiene y la alimentación. Esto se debe a que estos factores funcionan como un elemento de prevención. Los malos hábitos como el alcoholismo o el deporte y las emociones también son factores muy influyentes.
En relación a la forma de curación de las enfermedades, ambos métodos clínicos usan las mismas técnicas. Un ejemplo es la cirugía.
En cuanto a las diferencias, la medicina alopática intenta prevenir y sanar las patologías con el uso de ‘antis’ como los antiinflamatorios en caso de hinchazón. Por su parte, la homeopatía, prefiere diluirlos para poder potenciarlos.
Hay que señalar que la homeopatía es un método de medicina usado para combatir enfermedades a través de medicamentos más suaves ingeridas en dosis excesivas. Estos intentan, por su parte, estimular los diferentes mecanismos de defensa del cuerpo para que éste reaccione y se cure. En otras palabras, actúa sobre los mecanismo de protección naturales del organismo como los glóbulos blancos, entre otros.
Ejemplos de medicamentos alopáticos
Existen muchos ejemplos que demuestran, claramente, cómo los medicamentos ejercen un poder aleopático en el cuerpo. Quizás el más común sea el antigripal para combatir la gripe. Pero también usa los antiinflamatorios para tratar las inflamaciones.
Otros muy comunes son los antialérgicos. Estos sirven, exclusivamente, para reducir el efecto de las alergias en el organismo. Por otro lado, los antiácidos tratan directamente la acidez.
Por norma, todos los medicamentos ‘anti’ pertenecen a la medicina aleopática, la más común y popular a nivel mundial.
Consejo final:
Nunca tomes fármacos sin aprobación de especialistas o médicos. Automedicarse puede tener consecuencias nefastas en el organismo, siendo peor, a veces, el remedio que la enfermedad.
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