Prácticamente, todo tipo de alimentos se pueden congelar para evitar desperdicios y poder consumirlos días después, sin que se estropeen. Por supuesto, para ello, es necesario que se envasen en sus propios recipientes, bien cerrados, y algunos en condiciones más específicas. Luego, descubre cómo preparar varios tipos de alimentos que generan dudas a la hora de congelar.
1. Huevos
Sí que se pueden congelar los huevos, cuando están crudos. Lo ideal es que separes las claras de las yemas, si deseas usar solo claras o solo yemas en una receta. Pero, si quieres usar todo junto, como para huevos revueltos o tortillas, abre el huevo, revuélvelo y luego congélalo ya mezclado. Coloca en una olla pequeña o en una bolsa con cremallera y anote cuántos huevos hay en cada recipiente.
2. Quesos curados
Cuando quieras disfrutar de la promoción del queso y comprar en grandes cantidades, puedes congelar una porción para que dure más tiempo. Lo ideal es hacerlo con quesos curados, que son más maduros y grasos. Los quesos frescos pueden perder algo de textura cuando se descongelan. Para congelarlos, basta colocar el queso en una bolsa de plástico bien cerrada.
3. Hierbas frescas
Las hierbas frescas, como el perejil, las cebolletas y el cilantro, se echan a perder con rapidez cuando se dejan en la nevera. Entonces, lávalas, trocéalas y ponlas en bolsas para congelarlos y úsalas poco a poco. No es necesario separarlo en porciones muy pequeñas, ya que es fácil separar una porción, incluso cuando está congelada.
4. Cebolla y ajo
Si usas ajo y cebolla en todos los condimentos salados, es mucho más práctico dejarlos pelados, picados y congelados. Por lo tanto, no olerá en la nevera, no se estropearán rápidamente fuera del frigorífico y tendrás mucho menos trabajo a la hora de cocinar. Pero, como se pegan fácilmente, sepáralos en porciones pequeñas, según la cantidad que uses en cada receta, para descongelar justo lo que vas a utilizar.
5. Boniato
No a todo el mundo le gusta congelar los boniatos, ya que a veces pueden perder un poco de textura. Sin embargo, es posible. Puedes congelar los boniatos tanto crudos como cocidos.
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6. Caldo casero de verduras
Para que tus comidas saladas sean más sabrosas y saludables, nada mejor que tú prepares el caldo de verduras casero. Una vez listo, usa molde de hielo para hacer las porciones. Cuando los cubos se congelen, puedes transferirlos a bolsas de plástico.
7. Mantequilla y margarina
Si te vas de viaje y no quieres dejar la mantequilla o la margarina en el frigorífico para evitar que se eche a perder, congélala. Solo tienes que meterla en el congelador en un frasco con la tapa bien cerrada.
8. Panes
Los panes de varios tipos se pueden congelar sin problemas. Lo importante es dejar que se descongelen de la forma correcta, lentamente, para que vuelvan a tener la textura suave.
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9. Frijoles
Los frijoles son uno de los tipos de platos preparados más consumidos en Brasil, por lo que muchas personas tienen la costumbre de congelar. Es bueno hacer una sartén muy grande y congelar en varias porciones para tener los frijoles listos por mucho tiempo.
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10. Vegetales crudos
Olvídate del trabajo de pelar y picar verduras crudas para tus recetas. Y olvídate también de los desperdicios que se producen cuando permanecen en el frigorífico demasiado tiempo y se estropean.
11. Limón
La mejor forma de congelar el limón es extraer su jugo, y almacenar el líquido. Pero también es posible congelar limones enteros o en rodajas.
12. Plátano
Para congelar el plátano, quítale la piel y córtalo en rodajas. Será mucho más práctico a la hora de poner la fruta congelada en una licuadora y hacer un helado, batido, torta y/o varios postres.
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