A pesar de que la mayoría de las personas conoce el ajo como un excelente condimento, también tiene fines medicinales, principalmente en el tratamiento de resfriados. Rico en alicina, vitamina C, B6, potasio y calcio, el ajo ayuda a combatir bacterias y actúa como un desinfectante poderoso, fortaleciendo su sistema inmunológico y dejando su cuerpo más resistente para enfrentar gripes e inflamaciones.
No obstante, y a pesar de sus beneficios, el ajo tiene una desventaja significativa. El fuerte olor, resistente hasta a la goma de mascar. La mejor parte de este consejo es que para disfrutar de los beneficios del ajo no es obligatorio comerlo.
Si se siente medio enfermo y si la constipación vuelve a debilitar su organismo, intente colocar un diente de ajo en el oído. Sí, eso mismo. Como si el diente fuera un audífono. Los aceites que el ajo contiene van penetrando en el organismo a través de la piel durante la noche. Cuando despierte, los síntomas de la constipación o la gripe ya deben haber desaparecido.
IMPORTANTE: El diente de ajo debe estar envuelto en un pedazo de trapo o algodón. De lo contrario, puede ocasionar quemaduras en la piel.
Tenga cuidado y no lo coloque hasta el fondo. El ajo debe quedar apenas en la superficie del oído de manera que no perjudique el tímpano.
Un modo alternativo de hacer un tratamiento. Puede exprimir el ajo y verter el jugo en el algodón. Coloque el algodón en la entrada de su oído y déjelo actuar durante la noche (mín.: 30 minutos). No deje el algodón muy mojado. El jugo es muy fuerte y puede quemar la piel.
Si los síntomas se mantienen por más de 2 días, usted debe consultar a un médico. Puede ser que tenga algo más grave que una simple constipación.
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