Ser un cuidador es un papel muy especial que requiere no solo habilidad sino empatía con el paciente o miembro de la familia. Esto se espera de las personas más maduras que entienden la importancia de su papel en la vida de la persona que necesita este apoyo. ¿Y qué decir de un niño de 15 años que no tiene conexión con estas personas? Conoce la historia de Romemylion Mitchell, un adolescente de 15 años visita a sus vecinos ancianos todos los días para saber cómo están y ayudarlos con lo que necesiten.
Adolescente visita a ancianos y los ayuda en su día a día
Mitchell es, sin lugar a dudas, un niño especial. A a penas 15 años, pasa todos los días en la casa de Trent y Cianne Joyner, una pareja de ancianos que vive cerca de la suya. Además de acompañar al señor a su trabajo, él también le ayuda a hacer la compra y llevársela a casa. Si el césped está demasiado alta, el va y lo corta, siempre tratando de ser útil.
Después de un largo tiempo de convivencia, él es prácticamente parte de la familia, quiere mucho a los ancianos y a ellos también a Mitchell. Pero no estaba preparado para la sorpresa que pronto recibiría.
Como todos los días, él fue a la casa de los ancianos, pero ellos no estaban allí. Fue entonces cuando supo que la mujer había sido trasladada al hospital local.
Obviamente él fue allí para ver qué había sucedido y cómo ella se encontraba. Tan pronto como llegó, la vio despierta, con todos los cuidados y lúcida, lo que le hizo sentir un gran alivio. En ese momento, el joven la abrazó con fuerza y comenzó a llorar. El momento fue registrado por la hija de la pareja, Tiki, y compartido en Facebook, volviéndose viral.
Un momento emocionante que muestra afecto y cuidado por la pareja de ancianos. Ahora el tendrá aún más razones para pasar por la casa de sus queridos vecinos, solo para asegurarse de que todo está bien. Un cuidador nato, que puede convertirse en enfermero, médico e incluso presidente del país, siempre con el mismo aspecto humano y maduro.
Los cuidados con ancianos
El Ministerio de Salud de Brasil ha lanzado un folleto para ayudar a los cuidadores de personas mayores con situaciones cotidianas. Este empieza hablando sobre la importancia de no olvidarse de uno mismo, de comer adecuadamente y hacer ejercicio para poder lidiar con el trabajo y la presión. Mira qué cuidados indica el folleto como fundamental en este papel.
Ser el enlace
El cuidador siempre está con los ancianos, por lo que es más fácil reconocer pequeños signos e incluso esa comunicación no verbal. Por lo tanto, acaba actuando o siendo como un vínculo o enlace entre los ancianos, la familia y el equipo médico responsable de él. Informar sobre los cambios de comportamiento, el dolor, el apetito y otros factores que solo un cuidador puede conocer es fundamental. Esto garantiza un servicio más específico y correcto, observando aspectos que pueden haber pasado desapercibidos.
Estimular
Hablar, escuchar, contar chistes, cantar juntos y, especialmente, estimular a los ancianos a realizar actividades. Entre ellas, aquellas que son obligatorios, son el ejercicio, incluso si no lo desean, o hasta otros que no están en la lista de tareas, pero que son fundamentales. Entre ellos, estimular la socialización, el razonamiento lógico, la búsqueda de recuerdos y otras acciones relacionadas.
Cuidar la higiene
La higiene también es parte del paquete básico del cuidador, pero puede ser más interesante para ambos. ¿Qué tal, si sólo pensar en en ducharlo y hacerle otras limpiezas, el cuidador piensa en la vanidad? ¿Utilizar un perfume diferente, hacer un peinado bonito, quién sabe hasta pintarle los labios después de comer y lavarle los dientes?
Dar consuelo
Es fundamental cambiar a los ancianos con dificultad en la locomoción, para evitar varios problemas. Pero el trabajo puede ser más divertido y rico, incluidos los masajes de piernas y brazos, para estimular la circulación sanguínea. Para eso, se puede crear un ambiente con aromas autorizados por el equipo médico, y buscar la comodidad no solo del cuerpo sino también del alma. Este es el verdadero significado de cuidador, que va mucho más allá de las tareas del día a día.