Los ácidos grasos omega-3 son componentes que ayudan al buen funcionamiento del organismo en diversos aspectos. Estos se pueden obtener a través de alimentos como el marisco, el pescado, las nueces, el aceite de soja, los vegetales o las semillas de linazas. Asimismo, por medio de algunos remedios. Recientemente, se ha conocido que los medicamentos prescritos con ácidos grasos omega-3 disminuyen los triglicéridos altos.
Los medicamentos recetados con ácidos grasos omega-3 disminuyen los triglicéridos altos
Una publicación de la revista Circulation ha dado voz a un estudio de la Asociación Estadounidense del Corazón donde se informa que las medicinas prescritas con ácidos grasos omega-3 disminuyen los triglicéridos altos. El porcentaje oscila entre el 20 y el 30% en la mayor parte de los pacientes que precisan de estos medicamentos.
La doctora Ann Skulas-Ray ha mencionado en Circulation que, “a partir de nuestra revisión de la evidencia obtenida a partir de 17 ensayos clínicos aleatorizados y controlados sobre niveles altos de triglicéridos, concluimos que el tratamiento con 4 gramos diarios de cualquiera de las opciones de prescripción disponibles es efectivo y puede usarse de manera segura junto con medicamentos con estatinas que reducen el colesterol”.
Existen 2 fármacos que contienen ácidos grasos omega-3. Uno sólo lleva ácido eicosapentaenoico (EPA). En otro se mezcla el EPA con el ácido docosahexaenoico (DHA). Por el momento, no se aconseja un medicamento por encima del otro ya que no se han realizado una comparación directa de las fórmulas de los mismos.
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No hay que automedicarse
A pesar de que las medicinas recetadas con ácidos grasos omega-3 disminuyen los triglicéridos altos, bajo ningún concepto las personas se deben automedicarse. Tampoco tomar ningún tipo de suplemento rico en omega-3 o llevar una dieta en concreto sin la supervisión de un médico.
En lo que respecta a los suplementos dietéticos, estos no están reglamentados por la Administración de Alimentos y Medicamentos en Estados Unidos (FDA). Esto quiere decir que no remplazan a los fármacos prescritos por un profesional de la salud. Por ello, los efectos que tengan sobre el organismo no serán los mismos que los medicamentos.
Hay que recordar que los triglicéridos son unas especies de grasas, de hecho, las más comunes, que circulan por la sangre. Cuando estas están altos, se puede ocasionar un achicamiento de las arterias, incrementando así las posibilidades de tener un accidente cerebrovascular o un ataque cardíaco, entre otros problemas de salud.
Consejo final:
Aunque los fármacos ayudan a poder reducir el nivel de triglicéridos altos, también es aconsejable llevar una vida sana. Esto incluye una alimentación saludable, no fumar, no ingerir bebidas alcohólicas ni azucaradas, no comer muchos carbohidratos refinados y evitar alimentos azucarados y con grasas saturadas.
Para acabar, en el próximo vídeo puedes conocer unos síntomas de los triglicéridos altos.
