No hay nada peor que un dolor en el nervio ciático. Sólo quienes sufren de ese mal, saben cuán difícil es soportar los dolores agudos en una parte de la pierna o cadera, así como el adormecimiento en otras partes.
El nervio ciático va desde la columna lumbar hasta los pies. Es responsable del movimiento de los músculos de las piernas, permitiendo la articulación de los miembros inferiores y la generación de los sentidos.
Normalmente, el dolor es causado o bien por algún tipo de inflamación o daño al nervio ciático, o bien por la presión de la columna sobre el nervio.
Esto ocurre, sobre todo, debido a tumores, compresión de la columna lumbar, lesiones, fracturas, traumas, anomalías congénitas, hernia discal, osteoartritis o incluso por espasmos musculares.
Los problemas en el nervio ciático pueden provocar pérdida de sensibilidad o reducción de los reflejos del área afectada, disminución de la tracción muscular, sensación de hormigueo y ardor en los miembros, dolores lumbares y dificultades para ponerse de pie o sentarse, además de la molestia incluso para toser, estornudar o reír.
Esto, por supuesto, no hace fácil la vida de nadie que sufra esa desgracia. Sin contar que, con la edad, tiende a aumentar.
Las personas sedentarias, obesas, quienes levantan peso, diabéticos y profesionales que permanecen mucho tiempo conduciendo son los más afectados.
El tratamiento requiere el seguimiento de un buen especialista, que investigue las causas del problema y defina la mejor forma de cuidar de su caso.
Cómo aliviar los dolores en sólo 10 minutos
Ingredientes:
- Agua: 20 litros.
- Vinagre de manzana: 1/2 litro.
- Sal gruesa: 1 cucharada.
Preparación y uso:
1. Antes de dormir, llene una cuenca con unos 20 litros de agua caliente, a la mayor temperatura soportable por la piel.
2. Agregue todos los ingredientes.
3. Mezcle el agua hasta disolver la sal y luego ponga los pies adentro.
4. Relájese y permanezca en la inmersión durante unos 10 minutos o hasta que el agua se haya enfriado.
5. Seque los pies y manténgalos calientes, preferiblemente con una media gruesa de lana si hace mucho frío.
Sugerencia: No ponga los pies directamente en el suelo durante unos días.
Usted puede hacer este tratamiento una vez cada seis meses.
Es importante destacar que las personas con hipertensión arterial no pueden hacer uso de este tratamiento, ya que la piel puede absorber la sal y agravar los problemas de salud.
Atención: Los consejos del sitio no reemplazan una consulta al médico.