La crisis de salud que se está viviendo a nivel mundial por causa de la covid-19, se está convirtiendo también en humanitaria. Muchas personas se han quedado sin trabajo y recursos económicos y tienen que acudir a bancos de alimentos para poder comer. Lo peor de todos, es que las previsiones que la situación empeore. No obstante, en estos momentos tan difíciles, al igual que se ve la peor cara de algunas personas, también se ve la mejor de otras que están dispuestas a dar todo lo que tienen por ayudar a los demás. Un ejemplo es el siguiente. Una abuelita dona toda su cosecha a los afectados por la pandemia del coronavirus.
Abuelita dona toda su cosecha a los afectados por la pandemia del coronavirus
La solidaridad no entiende de clases sociales ni de edad. No es necesario ser millonario para aportar un granito de arena y ayudar a los demás. Es más, a veces, quien menos tiene es quien más ayuda.
En Perú, una abuelita dona toda su cosecha a los afectados por la pandemia del coronavirus. Albertina Flores, es una anciana que, aunque no tenía mucho, con su bondad ayudó a comedores sociales.
Esta siembra diversos alimentos en su tierra y, teniendo en cuenta que muchas personas están pasando hambre por causa de la covid-19, tomó la decisión de ceder toda su cosecha para aquellos que no tenían nada que llevarse a la boca y estaban pasando hambre.
Si ya de por sí su gesto no es grandioso, hay que sumarle que Albertina no tiene un automóvil. Por lo tanto, caminó varias horas con la cosecha a cuestas hasta llegar al comedor comunitario. Su corazón y generosidad son tan grandes, que al llegar incluso se disculpó por no haber conseguido traer más cosas ya que no tenía fuerza para cargar más cosas.
Como no podía ser de otra forma, las personas que ayudan en el comedor, le agradecieron inmensamente a Albertina su esfuerzo y los alimentos que les proporcionó para poder cocinar y así dar de comer a más personas.
Cadena de solidaridad
La buena voluntad de la abuelita creó una cadena de solidaridad. Su historia se empezó a hacerse conocida en Perú, y alguien quiso retribuirle su gesto. De manera que le envió alimentos y algo de dinero ya que, para ser honestos, la anciana no se encontraba en una buena situación, pero eso a ella no le importó con tal de ayudar a los otros.
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Para finalizar, puedes ver en el siguiente vídeo un reportaje en el que se habla sobre cómo el coronavirus agrava la crisis alimentaria en los países latinoamericanos.
