Para la mayoría de nosotros, nuestra madre ocupa un lugar único en nuestro corazón. Nuestro agradecimiento hacia su amor y sus cuidados es tan grande, que sentimos que seríamos capaces de hacer cualquier cosa por ellas. ¿Pero es realmente así?
Algunos podrán pensar que sí, pero hay cosas que implican una enorme cuota de sacrificio, y la verdad es que no siempre podemos con la carga, a pesar de que estemos dispuestos a llevarla.
Este hombre del que le vamos a contar, llevó esta idea hasta un nuevo nivel, y gracias a las redes sociales, hoy su experiencia se ha conocido en todo el mundo. Aunque no podemos invitarle a imitar exactamente lo que este hombre ha hecho, sin duda es un modelo inspiracional para muchos que necesitan pensar en cómo ayudar a sus madres cuando llegan a las etapas de dependencia por senilidad.
Este hombre y su madre viven en Guilin,provincia de Guangxi, en China. Hace 20 años, su hermana murió, y esta muerte le causó tal impacto a su madre, que esta comenzó a perder la cordura poco a poco. La depresión llegó a un nivel muy peligroso, y muy pronto se volvió una mujer dependiente, postrada en una cama, y sin la más mínima alegría.
Desesperado, su hijo decidió probar una estrategia. Se le ocurrió vestir como su hermana y ver cómo reaccionaba la madre. En efecto, al verlo vestir con la ropa de su hermana, la madre asumió que su hija había vuelto, de manera que la alegría comenzó a ganar espacio en la vida gros que el dolor le había propinado.
Esta dinámica terminó por hacerse costumbre, al punto que este hombre lleva ya 20 años vistiéndose de mujer, mejor dicho, de su hermana, solo para que su madre vuelva a sonreír una vez más cada día.
Él mismo cuenta que ya no tiene ropa masculina en su armario pues no la usa. Y es evidente que en su condición de hombre, se enfrenta diariamente con las burlas y críticas hacia su persona como consecuencia de esta costumbre. Las críticas aumentan cuando se sabe que ya él cuenta con 50 años de edad y no se le conoce pareja. A él, poco le importa lo que tengan que decir los demás. Su prioridad es ver a su madre feliz. Lo hace por las razones que lo hace, pero de igual forma, ninguna razón lo desmerita.
¿Qué piensa usted? ¿Cree que de esa forma realmente ayuda a su madre o refuerza sus dificultades?
Mire el siguiente vídeo: